Otro de los árboles pendientes de pinzado y modelado era uno de los evónimos que hace unos años había recuperado de un seto y que ya había presentado en una entrada anterior
Por enero de este año su estado era el siguiente
No era necesario el transplante, por lo que poco tenía que hacer más que cultivarlo, hasta llegar al momento de pinzar, acometer una pequeña remodelación y proteger la leña seca.
Naturalmente la posición de plantado no es la adecuada debido al problema para fijar el árbol en posición, pero en el próximo transplante variaré la inclinación, más o menos así
El objetivo era podar algunas ramas y orientar otras, para provocar la aparición de nuevos brotes y la compactación del árbol, así como reducir la rama trasera que a lo mejor no entra en el diseño final, pero por ahora la conservo (siempre hay tiempo de cortar después)
Naturalmente la inclinación sería la anterior
Lo más importante en este momento era proceder a tratar la leña seca del evónimo, que me parece bastante interesante, por no decir lo más destacado de este proyecto de bonsái. Muestro unas imágenes, no muy buenas, pero el macro de la cámara que tenía operativa esos días no daba para más
El primer trabajo de conservación de la leña seca que efectúo en este árbol coincide con el transplante y consiste, ya que parte de la leña va a estar debajo del sustrato, en usar en esa zona grava volcánica o arena de sílice para que no retenga humedad.
Segunda parte, aplicación de líquido de jin (caldo sulfocálcico) después de un ligero cepillado de la suciedad y de humedecer el tronco para que penetre mejor.
Y, finalmente, unos meses después, para que el líquido de jin pierda un poco de blancura, un producto endurecedor de la madera, como los que usan en restauración de muebles. Yo uso el siguiente, sólo porque fue el que conseguí más fácilmente
Lo primero, como en el líquido de jin, humedecer la madera
Una mano de endurecedor y quedaría así
Y al día siguiente, ya seco
La textura queda ligeramente "de plástico" y con cierto brillo, pero con el tiempo va desapareciendo esta apariencia. Yo suelo repetir el tratamiento cada dos o tres años y la madera se mantiene en buen estado.
Tan sólo puntualizar que este tratamiento con endurecedor lo llevo a cabo con especies como el evónimo de este ejemplo, con una madera blanda que de otro modo, con la humedad de Galicia y sobre todo en invierno, se degradaría en no mucho tiempo. Otras especies con madera más dura y resistente, incluidos los enebros, se pueden tratar con el líquido de jin en un par de aplicaciones a lo largo del año, usando después aceite de linaza, protectores de la madera al agua o productos similares, teniendo la precaución de repetir los tratamientos de manera periódica.
Espero que os haya sido de utilidad, aunque no se trate de nada nuevo, sólo el relato de mi experiencia con este producto.