martes, 29 de noviembre de 2011

Divertirse con un evónimo

Esta es la pequeña historia de un proyecto al que tengo un cierto cariño, sobre todo porque nació como diversión, para ver "que sale de esto". Se trata de un Evonimus pulchellus de hoja variegada que compré en un vivero por unos 3 euros. Cuando se adquirió, en noviembre de 2007, se pensó para poner en maceta como planta ornamental, pero una vez en casa no me pude resistir a experimentar.


El mismo día podé y transplanté. Los sobrantes se plantaron en una maceta con tierra y a día de hoy siguen creciendo como planta ornamental (por ahora, no están libres de otro experimento). El arbolito que quedó... mejor poner imagen.




Como no tenía otra cosa usé como sustrato volcánica de grano muy grueso (que rompí a martillazos) y trozos de ladrillo de barro, de los comunes (que también desmenucé del mismo modo). Esta extraña mezcla dio un resultado fantástico en cuanto a calidad y cantidad de las raíces. Pongo foto (aunque un poco desenfocada).


Como ya dije en una entrada anterior, la  ubicación de mis árboles hasta este año no era muy ventajosa para su crecimiento, en un balcón con pocas horas de sol en verano y ni una hora en invierno. Por ese motivo uno de los problemas mayores con este ejemplar era el oidio, que invadía casi todas las hojas del mismo regularmente, por lo que cortaba bastante a fondo de vez en cuando para que no se extendiese. En febrero de 2009, con la misma mezcla de sustrato, su aspecto era el siguiente:



Ese año me atreví a defoliarlo, quitando totalmente las hojas y cortando las puntas de las ramas. La profusa brotación posterior, junto con el alambrado, contribuyó a hacer las ramas más compactas, siendo su aspecto en diciembre del mismo año 2009 el siguiente:


 El año 2010 siguió el mismo tratamiento, defoliado, pinzado y poda y fumigación de vez en cuando para controlar el oidio. A comienzos de 2011 se podó y transplantó, cambiándole la maceta (creo que la nueva es bastante más apropiada y más pequeña) y con un sustrato más ortodoxo (akadama + volcánica), estrenando además su nueva ubicación, en una terraza soleada.


A lo largo del año, excepto algún pequeño pinzado y alambrado, se dejó crecer a sus anchas, incluso los brotes que salían de la parte inferior del tronco, quedando pendiente para este próximo 2012 una pequeña reestructuración de la longitud de las ramas (sobre todo en la zona superior). Del oidio, debido a la buena insolación y ventilación, no tuve más noticias. Así es su estado actual:


Desde luego, no es ninguna maravilla, pero teniendo en cuenta que se trató de un experimento, no quedó mal de todo, y todavía puede ir mejorando con unos añitos más. Es de destacar la facilidad de su cultivo, siempre que tenga aireación y sol, lo bien que admite el alambrado, reducción del tamaño de hoja con defoliado y pinzado y la facilidad para brotar de cualquier parte de ramas y tronco.

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