Como me había propuesto hace tiempo, muchos de los árboles que había en mi terraza van a tener una vida distinta plantados en el jardín o en el monte, ya que sus posibilidades como bonsái eran prácticamente nulas, así por lo menos se devuelve algo a la naturaleza.
Uno de estos era una típica pícea comprada en un vivero hace un par de años, una especie con la que ya había experimentado anteriormente, como buen principiante. Ver tantas ramitas y tanto verde motiva a creer que vamos a obtener enseguida un estupendo bonsái, aunque en poco tiempo nos encontremos posiblemente un palo seco, que la pícea hay que tratarla con bastante cuidado y respetando mucho los tiempos de los trabajos y la intensidad de los mismos.
El resultado de una primera formación ya lo había mostrado en una anterior entrada
Esta vez no la transplanté el mismo año del modelado, aunque la falta de paciencia casi me lo impide. Las ramas engrosaron, pero una vez desalambradas perdieron en gran parte la posición horizontal. El paso del invierno también se notó en el color de las agujas, que me hizo temer la pérdida del árbol. En todo caso, en marzo de este año 2012 realicé un transplante cauto, manteniendo parte del sustrato original, para ir retirándolo en los años sucesivos. La maceta es grande para favorecer el desarrollo.
Finalmente aguantó estos trabajos, y brotó bien en primavera. En junio su aspecto era el siguiente
Si lo pensamos friamente, elegir una pícea de vivero es una decisión no del todo acertada. Cierto que tienen un gran número de ramas, pero acostumbran a ser delgadas, excepto un par de ellas (lo más habitual es que tengan un doble ápice) muy gruesas, por lo que nos encontraremos con unas heridas de poda de buen tamaño, difíciles de sellar correctamente (y la pérdida de resina ocasiona una disminución progresiva del vigor del árbol). El nebari acostumbra a estar unos centímetros por debajo del nivel del sustrato, por lo que es lo primero que deberíamos buscar antes de plantearnos un modelado. Y, finalmente, las raíces no siempre son lo que deberían, en este caso, por ejemplo, tiene dos gruesas raíces al frente que salen oblicuamente y que por ahora no puedo cortar sin peligro.
Por estas razones esta pícea estaba cada día más cerca de acabar plantada en el monte, y estaba decidido a hacerlo estos días. Finalmente, pudo más el deseo de practicar con ella, y ya que estaba transplantada este año y hasta dentro de dos o tres años no pienso cambiarla de maceta, pues dicho y hecho, a darle vueltas y a alambrar...
El resultado no puedo decir si es bueno o malo, los meses siguientes lo dirán. Como primer paso, cambiar el frente, para "ocultar" o disimular esas dos raíces gruesas, y después ir rellenando espacios con las ramas. Alguna no queda muy correctamente dispuesta, pero era lo que había... Tampoco alambré las más finas para que no sufra más de lo necesario. Espero poder conseguir algunas masas de verde a base de pinzar y el próximo año volver a alambrar. Tiempo de plantarla en el monte siempre hay...
Parte trasera
Vistas laterales
Y, finalmente, el frente aproximado. Se ve muy desnudo, pero espero que aumente el verde en primavera... la esperanza es lo último que se pierde... o eso dicen.
César estas que no paras. Yo tengo varios trabajos de poda y tal, pero no termino de encontrar el momento, y cuando tengo ese momento me entra una pereza...a ver si llegan pronto las vacaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
A ratos perdidos voy haciendo... poco. Por ejemplo, estos últimos días a la noche, mientras veíamos una película, recortando fondos de rejilla para las macetas de plástico, intentando que me ayude la familia... pero ná de ná, no están por la labor ;)))))
EliminarÁnimo, que el invierno es largo y un día u otro será, tampoco hay que agobiarse.
Un abrazo. César.
Creo que as acertado en no plantarlo en el monte,buena decisión,algunas veces creo que seria lo correcto.
ResponderEliminaryo el año pasado plante nada mas y nada menos en Asturias 200 manzanos de semilla,veremos cuando llegue la primavera como están,jajajaja,si no se los an comido los bichos.
Tu sigue con el y a ver como arranca en la primavera.
Un saludo,jose.
¿Pero serían para sidra, no? jajaja Es un montón de manzanos, verás como están magníficos. De semilla es totalmente diferente que de acodo o esqueje, tienen una fuerza impresionante.
EliminarVeremos la pícea en primavera, pero espero que responda bien, aunque con esta especie no se sabe lo que puede pasar.
Un saludo. César.
A ver si tienes suerte con la brotacion de primavera, la verdad es que mi experiencia con la especie no es buena.
ResponderEliminarSaludos, Loli
Lo importante es no hacer muchas cosas. Si transplantas hay que dejarla a su aire, igual que si podas o alambras ni se te ocurra transplantar, que son bastante delicadas.
EliminarEspero que brote bien, aunque nunca se sabe...
Un saludo. César.
Un ejercicio de paciencia que pueden ser dos o tres añitos o empezar con algo más hecho.
ResponderEliminarSaludos.
Mucho cuidado y paciencia, la verdad. Como la transplanté el año pasado y no pensaba volver a hacerlo durante otros tres años, espero que evolucione un poco en ese tiempo y si no... al monte.
EliminarUn saludo. César.
César, las piceas son muy puñeteras, la verdad es que sí. Me acordé que tenía una foto de una, que son bien escasas trabajadas como bonsái, lo que ocurre es que aquí no te la puedo mostrar. Por ello te la dejé en la página de Aunios, tal vez te sirva de inspiración. Espero que te guste.
ResponderEliminarUn abrazo
Eso ya no es una pícea, es una pasada. Lo del doble tronco será para la próxima, esta se queda como tronco único, pero sería una buena idea para el futuro. A lo mejor pierdo la paciencia antes, porque sí que es verdad que son puñeteras, nunca sabes cómo van a reaccionar.
EliminarGracias por la fotografía Juan.
Un abrazo. César.
Realmente al ver la foto de la sabina que Juan Liñares colgo en otro sitio parece mas sencillo de lo que en realidad es.
ResponderEliminarMi única experiencia con las piceas no ha salido muy bien.
Un saludo.
Justo, parece facilísimo, pero me imagino el trabajo y cuidado que habrá tenido con ella...
EliminarYo también tuve alguna experiencia no muy buena (mejor dicho mala) con estos árboles. Veremos como funciona este.
Un saludo. César.
mucha suerte con tu picea, no te desanimes, ya sabes que en esta afición es el pan de cada dia
ResponderEliminarEl problema no es el desánimo, es la respuesta de la pícea, que a veces no sabes muy bien por donde tira. En todo caso lo que dices, paciencia y el tiempo dirá...
EliminarGracias por el comentario y por visitar el blog.
Un saludo. César.
Si te lo tomas como un divertimento, todos estos trabajos son mas que validos. El tiempo se tomará la justicia por su mano y decidirá, pero el rato que pasaste disfrutando de ese diseño, no te lo quita nadie.
ResponderEliminarSaludos.
Justamente. Si responde bien o mal se verá con el tiempo, pero una horita o dos que pasas alambrando, dándole vueltas al árbol, pensando... pasa enseguida, sin darte cuenta, una buena señal de que disfrutas con el trabajo.
EliminarUn saludo. César.
pues encuentro que ha respondido bien,en galicia hay muy buenas condiciones para esa planta,en mi casa estaria frita del sol,o enferma si la pusiera en la sombra.
ResponderEliminarsigue con ella,haras un bello arbol.
un abrazo
La planta responde bastante bien, incluso a pleno sol, pero es delicada al "manosearla", sobre todo en el transplante, y eso de hacer más cosas con ella, como con los enebros... ni pensarlo.
EliminarA lo mejor lo del bello árbol no va tan descaminado... si acaba en el monte ;))))
Un abrazo. César.
uyyyy probrecitos arboles no los dejan seguir su curso natural, las aprisionan y torturan con esos alambres
ResponderEliminar