lunes, 5 de diciembre de 2011

Una azalea en formación

Este proyecto para el futuro comienza como una planta de vivero para jardín, pues se trata de una azalea japonica, de las habituales de navidad, no de una satsuki. Se compró por el año 2008 para su uso como planta ornamental, con un grosor menor que el de un lápiz. Como era para lo que era no tengo fotografías de aquella época. La primera imagen data de marzo de 2009, plantada en una maceta y para la que ya tenía un par de ideas.


En diciembre de ese mismo año el abonado había hecho su efecto, pues estaba así:


Esta azalea brota magníficamente bien del tronco, por lo que es mejor intentar aprovechar los nuevos brotes para formar ramas. En todo caso, hay que tener mucho cuidado, porque estos brotes jóvenes se desprenden muy fácilmente desde la base, por lo que al alambrar debemos ser cautos. Las ramas viejas y gruesas son muy difíciles de alambrar sin que se rompan por algún sitio, lo que nos puede dar al traste con la formación. También es muy delicada la corteza, los roces o golpes dejan a la vista al momento el cambium del tronco, por lo que para limpiar musgo o suciedad del tronco hay que hacerlo muy suavemente.
 
Durante todo este tiempo se dejó florecer, retirando las flores después de  unos días. Después de la floración se podó (se había transplantado en ese año 2009) usando la misma maceta por falta de otra mejor.
 
En todo este tiempo siempre estuvo al exterior, sin que le afectase lo más mínimo. La fotografía, que ya puse en otra entrada anterior, corresponde a diciembre de 2010, cubierta por la nieve y con carámbanos de hielo.


En febrero de este año 2011 tenía este saludable aspecto:


Este año no se dejó florecer y se podó corto antes de transplantarla, a comienzos de marzo, con un sustrato más adecuado (kanuma) y en una maceta de entrenamiento rectangular y más baja. La maceta se la adquirí a Alberto Baleato, Kingii, con otras varias. Es de plástico y mide 35 x 25 x 9 y la verdad es que son más cómodas, estéticas y baratas que las habituales. En ella pasará por lo menos 3 años más, para que desarrolle.


Con la kanuma observo que requiere un regado más preciso, sobre todo para hidratarla al principio, por lo que es conveniente un primer riego para humedecerla y un segundo en profundidad, pues sino resbala el agua y se mueve el sustrato (cuyos gránulos son muy ligeros).
El estado en noviembre de este año 2011, en que no se pinzó ni podó, dejándola crecer libremente, es este:


Comentar que, debido al clima benigno que tenemos este año, ya tuve que sacarle capullos de flor que estaban a punto de abrir, sobre todo del ápice, que es la parte más débil y deseo que crezca y no pierda fuerza. La idea para este próximo año es no dejarla florecer y podar corto, para intentar una profusa brotación más cerca del tronco, quedando en un fututo algo como lo que intenté hacer con una chapuza de Photoshop:


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