Pequeños enebros de vivero para practicar (I)

Ya dije muchas veces que me gusta ir por los viveros y traer algo para casa. Al tener espacio suficiente, acostumbro a comprar materiales baratos para ir practicando. Entre la poca técnica y el material un poco pobre no pretendo obtener grandes piezas, pero alambro, pinzo, doblo... Por lo menos no se me ha muerto ninguno y algunos los regalo (siempre hay amigos o conocidos a los que le llaman la atención, aunque no sean bonsáis propiamente dichos) o los planto en el suelo para el futuro. En el suelo también tengo algún itoigawa como madre de esquejes para dentro de unos años y, realmente, no se puede comparar la calidad.

Uno de estos ejemplares lo adquirí por diciembre del 2009 por 6 o 7 euros, creo recordar. Muchas posibilidades no tenía, pero... el vicio es el vicio. Las fotografías de esa época también son muy malas, pero dan una idea del arbolito.

Lo único que hice fue pasarlo a una maceta mayor y plantarlo verticalmente, pues era de crecimiento totalmente horizontal, y podar algunas ramas. El siguiente año lo dejé crecer libremente.

A principios del 2011 poda y un intento de alambrado de risa.

Como no sabía muy bien qué hacer con él siguió plantado en la misma maceta y creciendo vigorosamente. En diciembre de ese mismo año así estaba.

Y, quizá debido a esa semanita de fiestas de la Constitución y la Concepción, me motivé a intentar hacer algo con el árbol. Como lo que no me gustaba era la parte superior, por primera vez me atrevía a usar la rafia para doblar el tronco (rafia de la barata y la técnica no muy buena, pero servía). Primero fibras longitudinalmente y luego envolver el tronco

Alambres longitudinalmente (sujetos con presillas de plástico) y luego otra capa de rafia por encima

 Y a doblar

Por si acaso dejé una rama inferior que me serviría por si me cargaba el árbol, pero no se rompió el tronco, y así quedó

Tres meses después, al comprobar que el crecimiento era vigoroso y no parecía haberse resentido en demasía podé las ramas innecesarias  y alambré otras, aunque no en profundidad. Este año lo dejaré crecer sin pinzar ni podar para que se recupere y lo transplantaré en la primavera del próximo año. A lo mejor no queda tan mal cuando cree algunas zonas de madera muerta y compacte la vegetación.

Próximamente seguiré con otros enebros que había comprado para practicar, ahora que no tengo mucho más que hacer con los árboles que cambiarle el abono  y regar.