Iglesia de San Cristóbal de Borraxeiros - Agolada. Exterior.

La parroquia de San Cristóbal de Borraxeiros atesora un buen número de elementos patrimoniales susceptibles de estudio: cruceros, pazos, torres, restos prehistóricos y, como no, la iglesia parroquial.

El templo, reformado en el siglo XVII, todavía conserva interesantes elementos de su pasado románico, algunos en su ubicación primitiva y otros fuera de contexto.

Entre los primeros sobresale la portada románica, con dos pares de columnas y tímpano con una cruz central enmarcada por un semicírculo y arquitos en la parte exterior.

La arquivolta exterior está formada por pequeños billetes. Un elemento similar, procedente bien de la misma portada o de otro vano (puerta o ventana) existente con anterioridad, se halla encastrado en el muro que cierra el atrio

Bajo el alero del tejado todavía se conserva una interesante colección de canecillos románicos, incluidos, a un nivel inferior, los que sirvieron de soporte a la estructura del atrio.

Al exterior, situada sobre el muro que cierra el perímetro del cementerio se hallaba, en el momento de la fotografía (año 2000) la pila bautismal, ubicada allí como elemento decorativo. En el momento actual desconozco si se emplaza en el mismo lugar, si fue sustraída o si, recapacitando, se retornó a su lugar original.

Este hecho de "sacar" las pilas bautismales no es aislado. Se repite en muchas, demasiadas, de nuestras parroquias rurales. Bien por una pretendida falta de espacio en el interior de los templos o como motivo decorativo, incluso como macetero, un elemento que fue concebido, tanto en su decoración como en el tipo de piedra, para estar bajo cubierta, queda expuesto a los agentes erosionantes, con lo que la pervivencia, sobre todo de la decoración y restos de policromía, es muy escasa. Sin olvidar que, como ya sucedió en varias ocasiones, los robos se cebaron en estos elementos.

Desde luego, si no se pone coto a estas prácticas, en pocos años serán muy escasas las pilas bautismales conservadas en buen estado y en su ubicación original, dentro de la iglesia parroquial, como testimonio y lugar de bautismo de nuestros ancestros.