Mucho tiempo, demasiado, ha pasado desde la última entrada en este blog, hace casi dos años y medio...
Falta de tiempo, desgana, poco y malo que mostrar y que contar... todo suma para esta interrupción en las publicaciones, aunque no en la afición a los bonsáis, en la que continúo con más fuerza si cabe, pero creo que mejor orientada.
Lo mejor en este tiempo... los talleres con un gran maestro, como es Luis Vila, de todos conocido, en el marco de la Kingii Bonsai School. Después de sopesarlo durante mucho tiempo, en que podía más la vergüenza que el deseo, me animé a anotarme en estos talleres semanales, hace ya un par de años y, desde luego, se han convertido en una cita a la que acudo con gusto, tanto por lo que se aprende como por la cantidad de buenos amigos que allí nos reunimos.
Compartir tardes con otros aficionados y con maestros como Alberto Baleato "Kingii" y Luis Vila hace que te plantees cambiar muchas cosas que, al fin, van a contribuir en mejorar la colección y en disfrutar más de nuestros árboles. Aprendes que hay árboles que nunca van a ser más que "palos en maceta" y que ocasionan que pierdas tiempo, y, por ende, dinero, en ejemplares de los que no vas a obtener mucho más que tener con ellos un vínculo sentimental por los años que vas a trabajar en su formación para nunca poseer un buen bonsái...
Como resultado, gran parte de los "perejiles" que llenaban mi terraza desaparecieron camino del monte o del jardín, otros quedan en la zona de descartes para cambio o regalo y así, poco a poco, reducir su número y centrarme en aquellos que pueden tener un buen futuro y que me motiven, aunque alguno de los primeros que tuve los conservaré como recuerdo de otros tiempos...
Por eso, aunque ahora en otras redes sociales, como Facebook, es más rápida la publicación, decidí volver a retomar el blog para ir poniendo aquellos árboles que se quedan en mi terraza y su evolución. Y aunque pensaba borrar muchas de las entradas antiguas (que lo que en ellas publicaba era una vergüenza), he decidido dejarlas como testimonio de "lo pasado", que espero mejorar...
Así, con mi nueva ayudante para trabajar la madera muerta, os digo: ¡He vuelto!