Mostrando entradas con la etiqueta SUISEKI. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta SUISEKI. Mostrar todas las entradas

jueves, 2 de octubre de 2014

IV Mostra de Bonsái - Moaña (III)

Tercera entrega de imágenes... comenzando con el protagonista indiscutible, el gran roble de Manuel Otero Abril, que también figuraba en el cartel promocional.
 



 
Algunos suisekis
 














La zona de mercadillo...
 


Buena afluencia de público



Y algunos otros detalles...



















El próximo año más... pero es momento de recordar que este próximo fin de semana habrá un gran congreso de bonsái en Bembibre (Val do Dubra - A Coruña)
 
¿OS LO VAIS A PERDER?
 

 

domingo, 3 de febrero de 2013

Más madera... más daizas... alguna vez me saldrán bien

A ratos perdidos he seguido aprovechando la madera de abeto que tenía, elaborando otros daizas para algunas piedras que tenía por casa. Como ya había dicho en otra entrada anterior, la falta de herramientas y madera adecuada condiciona bastante la calidad de las mismas, pero así voy practicando para cuando obtenga otro tipo de material. Ya se sabe... la experiencia es la madre de la ciencia.
 
Esta vez, probé con diversos colores de barniz tinte, pero al querer dar "el toque final" me encontré sin lija fina para pulir, con lo que tendré que hacerlo dentro de unos días... ¡paciencia! Siguen teniendo demasiado grosor para la altura de la piedra y las patas no son lo que deberían, pero esta madera tan blanda no permite muchas filigranas de talla (mis manos tampoco) sin arriesgarme a perder todo el trabajo por un pequeño descuido.
 
La primera piedra...
 

El resultado casi final



Segunda piedra, por ambas caras, que realicé el daiza para poder mostrarla por cualquiera de ellas
 


Y el resultado por ahora, a falta del pulido fino y quizá otra mano de barniz...


El resultado no es espectacular, pero he practicado, he conseguido hacerlas sin cortes, raspaduras y lesiones varias en las manos (como me ocurrió en la anterior) y, lo más importante, he disfrutado de su realización.



viernes, 18 de enero de 2013

Un experimento... que creo que no quedó tan mal

Ya cansado de transplantar plantoncillos todos estos días, y aprovechando que con el mal tiempo poco se podía hacer fuera de casa, me dediqué a experimentar un poco con la madera... sólo con ánimo de probar. Me animé a realizar un daiza sencillo para una piedra sin mucho interés que tenía.
 
Los materiales fueron mínimos: una navaja, escofina, papel de lija... y nada más. El elemento más importante, la madera, de las llamadas "blandas", pues era un pedazo de madera de abeto que tenía por casa. No me importaba tanto la calidad, sino disfrutar un poco y practicar, para ver si podía hacer algo decente o no.
 
Me dediqué a este tema unos cuantos días, a ratos perdidos, sin agobios. Lo primero fue marcar el asiento de la piedra, de lo que no tengo fotografías. Después pasé a rebajar con navaja todo el contorno, sobrando todo esto
 

 
Y quedando algo así
 



Me olvidaba de mostrar la piedra, de carácter granítico, escogida por la incrustación de cuarzo en la parte superior simulando algo de nieve en la cumbre... ¡y también porque era ovalada y más sencillo el diseño del daiza!
 

El siguiente paso marcar la distribución de las patas, retirar lo sobrante con la navaja e ir puliendo con la escofina gruesa, aproximándose un poco al diseño final
 


Después de una sesión de lijado la "cosa" parece que mejoraba un poco
 

Necesité tiempo para decidir si hacer o no otra cosa en el daiza: firmarlo... estuvo a punto de quedar como obra anónima para que generaciones futuras no me relacionasen con este desastre. Al final, empleando un alambre de hierro al rojo con el que fui quemando la madera dibujé (bastante mal, pero se mejorará) una B y una X, ya que me daba pereza poner Buxán completo (¡y sólo son cinco letras!) y también ya comenzaba a sentir el calor del alambre (del hambre no... pero un poco también, que lo estaba calentando en el hornillo de la cocina mientras se hacía la comida)
 

Rematé el pobre daiza con un tinte para madera que tenía por casa, que tampoco era el más adecuado, pero era lo que había, y un poco de cera para muebles. Al final así quedó
 




Realmente no es ninguna maravilla, pero para ser el primer daiza que hago me conformo. Tiene muchos errores, tanto en las patas como en el grosor de la madera, ya que éste debía ser bastante menor y en el tinte que no dio un resultado uniforme... pero he disfrutado realizando esta pieza.
 
Esta explicación no pretende mostrar nada nuevo ni técnicas depuradas, pues no hay nada de eso. Sólo deseaba indicar que casi sin herramientas, usando madera de poca calidad, con no mucho trabajo y aún siendo un "manazas" se puede hacer una base bastante decente, que no sirve para una exposición, pero para poner en mi casa, de aficionadillo principiante, va de lujo, se siente uno satisfecho y se disfruta trabajando... que al final es lo que de verdad cuenta.