Derivado del largo período en el que no me ocupé de los árboles, ahora la prioridad es ir manteniendo la forma de algunos y arrancar las malas hierbas de todos, que la terraza parece una pradera llena de macetas, en vez de al revés...
El primero fue uno al que le tengo un cariño especial, un aligustre
Aunque tenga muchísimos defectos, uno de los que me tengo que ocupar en un futuro es de la disposición de las ramas, ya que de frente parece que tenga muchos huecos vacíos
Aunque ramificación sí que tiene... es cuestión de ordenarla mejor.
También hubo tiempo para divertirse con algún pequeñín, como esta lagerstroemia que está comenzando
Y seguimos tareas de limpieza con algún evónimo, también necesitado de una poda y pinzado para definir los volúmenes, sobre todo en la parte superior derecha
Me dediqué también a algún caso perdido, que mantengo más por exceso de espacio que por su valía. Es un ejemplo este manzano, que tiene una ramificación muy basta (es un manzano de los de fruto), con un grosor de ramas excesivo.
El brote inferior lo dejé crecer para que ayude a cerrar una cicatriz y posiblemente el año que viene lo cortaré. Es de tamaño grande y muy desgarbado, pero siempre me regala una gran floración, que se está preparando todavía
Mientras que algún otro manzano de los que tengo está bastante más adelantado
También este año he podido disfrutar de alguna flor en los arces
Y dejo para el final un ejemplar que quizá nunca llegue a bonsái y se quede en proyecto, pero la verdad es que adorna bastante la terraza