domingo, 5 de febrero de 2012

Dos evónimos recuperados de un seto

La historia de estos dos árboles comienza cuando fueron recuperados de un extremo de un seto allá por el 2009. Se plantaron juntos en una maceta común y los dejé un poco abandonados a su suerte durante un par de años


A comienzos de este año pasado, 2011, me planteé pasarlos a una maceta, todavía de entrenamiento, pero más apropiada y, de paso, comprobar el estado de las raíces y las posibilidades de modelado.

El más pequeño creo que con el tiempo conformará un doble tronco bastante aceptable


El más grueso tenía una parte importante del tronco muerta, pero bien cicatrizados los bordes. Procedía a limpiar la madera un poco y alambrar alguna rama. Como por la parte del tronco que estaba seca no tenía raíces tuve que "apuntalarlo" con un palillo chino para que no se moviera. Igualmente, para que no se pudriera la madera, además de usar en contacto con ella sólo gravilla, para que no acumulara humedad, empleé un producto endurecedor, pues la humedad del riego y la ambiental en Galicia iba a afectar la ya de por sí no tan dura madera del evónimo. Aplicado y seco realmente se nota en el tacto y dureza del tronco.


Un detalle de la madera seca del tronco


El frente del árbol


El resultado no me desagradaba, pero no acababa de gustarme. Veía que sobraban muchas ramas en el diseño, por lo que "menos es más", hice unos diseños, hasta quedarme con el siguiente


Manos a la obra, podar y crear más madera muerta, el resultado actual está un poco más cerca de gustarme.


También dejé una rama superior que alambré para intentar formar un ápice un piso más arriba. Veremos por donde me lleva el árbol. Ahora en primavera podré transplantarlo con la inclinación adecuada y dejar que se desarrolle un diseño que creo que ahora es más acertado que el anterior.







2 comentarios:

  1. buen trabajo César.ya me contaras como ha ido el tratamiento con el protector de madera.

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  2. El tratamiento lo apliqué ya en el transplante pasado. Anteriormente lo había tratado con líquido de jin, pero la madera (sobre todo la que estaba en contacto con el sustrato) estaba muy "blanda". En el transplante, con el tronco húmedo, apliqué el endurecedor y la verdad es que una vez seco, se aprecia al tacto el resultado (no es un protector, como el aceite de linaza, por elemplo, sino que consolida la madera). Supongo que en este próximo transplante, al limpiar el verdín con el cepillo se mantendrá igual, aunque seguro que aplico otra capa de los dos productos.
    Gracias por el comentario. César.

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