miércoles, 12 de septiembre de 2012

Dos malos ejemplares de Buxus sempervirens para experimentar

Esta semana, como otras en esta época, no hay mucho que enseñar de los árboles. Excepto regar y aplicar el último abonado habitual antes de comenzar con el de otoño, lo único que hice estos días es aguardar con impaciencia el Congreso Gallego de Bonsái, a celebrar en Bembibre el fin de semana. Será un evento para disfrutar de buenos árboles y magníficas demostraciones ¡y sólo a una hora de viaje! Un lujo, para que voy a decir lo contrario.
 
Como desde un tiempo a esta parte estoy planteándome un cambio de actitud en esta afición, pues no le veo mucho futuro a la mayor parte de los árboles, muchos los uso, hasta que no sea primavera y me pueda "deshacer" de ellos (repoblando con ellos o en un jardín, no tirándolos, lógicamente), como conejillos de Indias para ir conociendo mejor los pormenores de su cultivo y cómo modelarlos.
 
El primero de ellos tiene un buen porte. Ya lo había presentado con anterioridad, después de adquirlo en un vivero por lo que me pareció un importe muy pequeño, 8,50 €, allá por el mes de enero
 

A finales de marzo seguía más o menos igual. No me planteé transplantarlo porque, si digo la verdad, no sabía qué podía hacer con él, ni por donde cortar, ni el diseño futuro que podría darle. Pongo unas cuantas imágenes




 
 
Como una de las señales de identidad de los que nos aficionamos al bonsái acostumbra a ser la paciencia, en abril lo recorté "un poco" para ver como respondía
 

Y consideré que este sería el mejor frente


Este ejemplar lo usaré para experimentar el tallado de la madera, aunque posiblemente se quede en mi terraza, ya que vitalidad no le falta (los beneficios del yogur). Así está a día de hoy
 

 
El otro boj ya lo tengo desde hace años. Sólo hay que ver la penosa estampa que tenía por el 2009, a pesar de que debe andar por los treinta años de edad (no cultivado en maceta, que tan malo no soy)
 

Y la no menos penosa en marzo de este año cuando lo transplanté a una maceta con tierra de huerto para intentar que creciese algo mientras le modelaba alguna rama
 

En julio la diferencia era notable


Y en agosto, dedicado a alambrar algunas ramas, al ver que estaba creciendo fuertemente, se me ocurrió podarlo y defoliarlo, tarea que creo que es mejor efectuarla en primavera (dejando un par de hojas como tirasavias)
 

Quedando así... el pobre
 


Creo que ya dije que una de las características de algún aficionado al bonsái (como yo) es la "paciencia". ¡Menos mal que el boj es una planta dura...! Dentro de un par de meses espero poder mostrar como le sentó el recorte, pero mientras tanto dejaré las tijeras bien guardadas, que tengo mucho peligro...
 

 

2 comentarios:

  1. Que suerte tienes de que te quede tan cerca el congreso.
    Del primero si que puedes sacar algo. Esta bien lo que te estas replanteando. Es mejor tener 20 arboles bien cuidados que 200 desatendidos. Ademas ya con nuestra edad si lo piensas bien, te das cuenta de que a la mayoría de esos arbolines no los llegaras a ver ni medio terminados.
    Un saludo

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    1. Cualquier día incluyo mis reflexiones vacacionales sobre el dinero, los árboles, la técnica y demás pensamientos (fruto, creo, de una indigestión de descanso).
      El objetivo es tener algún bonsái, no sólo arbolillos y, como bien dices, quiero disfrutar de alguno medianamente maduro cuando me jubile (si llegamos allá o si podemos hacerlo).
      Un saludo. César.

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