En enero del 2011 compré en un vivero un Juniperus chinensis stricta por un precio bastante asequible (8 euros) para lo que era, pues además de verse muy sano el tronco medía unos 5 cm de diámetro, es decir, no era ya un plantoncito y tenía una entidad suficiente para poder practicar modelados y alambrados.
La primera operación, ya que no era época de transplante, fue limpiar el sustrato hasta llegar al nebari, y ligeramente los laterales del cepellón, de manera que lo coloqué en la misma maceta que traía, añadiéndole una capa de drenaje y rellené los huecos con volcánica y algo de akadama. Como diseño me planteé un erecto más o menos formal, pues el tronco era bastante recto y, manos a la obra, podé y alambré dejando los que serían las ramas principales. En noviembre de 2011 este era su aspecto:
No se había resentido en absoluto de las operaciones, pero no estaba contento con el resultado, pues creo que las ramas deberían bajar más, no ser tan horizontales. El alambrado no me resultaba útil, sobre todo en las inferiores, de mayor grosor. Además, en el premodelado había quedado cansado del dichoso junípero, que pincha como un "desgraciao" para alambrar a mano desnuda y con guantes no me doy (dice el refrán "gato con guantes no caza ratones").
Para solucionar el tema decidí emplear tensores, y nada mejor que usar el propio borde de la maceta para estos menesteres. Un alambre calentado al rojo y una serie de agujeros nos ofrecen el número de puntos de apoyo que deseemos.
En las ramas, unas vueltas de cinta aislante para que los tensores no las dañen. Y como tensores de tiempos de crisis, restos de alambre de todos los tipos, incluidos los que vienen con los juguetes infantiles, que aparte de duros, vienen cubiertos de plástico y aguantan muy bien la tensión.
Al final, a falta de un alambrado en profundidad (pobres manos) y poda de las puntas de las ramas para ir colocando la ramificación secundaria, espero densificarlo usando algunos brotes interiores y pinzando en la estación de crecimiento. También intentaré definir las venas vivas y pulir los jins. Con esto intentaré que el año que viene, después de transplantarlo ya a una maceta de bonsái, tenga mejor aspecto (porque lo que es ahora...).
Yo ando siempre mirando por viveros buscando algo asi que merezca la pena para practicar, además de barato y nunca encuentro nada, así echandole un primer vistazo lo veo con mucho verde, pero me gusta como va.
ResponderEliminarSaludos, Loli
Estos días voy a intentar alambrar las ramitas y reducirle el verde para ir formando capas. La verdad es que es el primero de esta especie que tengo y, aunque crece con mucho vigor, es complicado de alambrar por lo que pincha. Pero bueno... toca sufrir. Veremos que podemos hacer.
ResponderEliminarGracias. César.